EL DIOS QUE YO CONOZCO

3.04. Pues son espíritus de demonios, que hacen señales

Una mujer inteligente estudiaba la Biblia sobre este asunto. Se había interesado mucho en la comunicación con los muertos. Pero cuando llegó a este punto en particular en su estudio, exclamó: "¿Entonces quién está escribiendo sobre mi pizarra?"

¿Ves el dilema de ella? Si lo que hemos leído de las Escrituras es cierto -y lo es-, entonces, ¿quién da los mensajes en la cámara oscura? ¿Quién se está enmascarando para presentarse bajo la apariencia de nuestros amados muertos?

Estas son las preguntas que están golpeando con insistencia a las mentes inquiridoras. ¿Quién está escribiendo sobre la pizarra? ¿Quién está leyendo las cartas? ¿Quién está moviendo el lápiz? ¿Quién está formando las imágenes en la bola de cristal? ¿Quién está imitando tan perfectamente la voz de un ser amado?

Prominentes teólogos, respetados dirigentes, consejeros dignos de confianza describen con sinceridad y sin ambages sus supuestos contactos con parientes que han muerto. Y ejercen una tremenda influencia sobre millones. ¿Podría ser que aun intelectos gigantes estuvieran siendo engañados?

¿Cuales son los poderes que están obrando incuestionablemente en el mundo psíquico? Hemos visto que no son los de los muertos. ¿Quienes son entonces?

Dios nos dice de quien se trata. Las Escrituras identifican esos poderes, que desfilan disfrazados de quienes no son, como los seguidores de Lucifer, los ángeles caídos. Y debes tener en cuenta que los ángeles no son los espíritus de los muertos. Los ángeles existieron antes que este mundo fuera creado, aun antes que ningún hombre hubiera muerto.

Me doy cuenta plenamente de cuán difícil es aceptar la idea de que los ángeles malos pueden en realidad obrar milagros. Pero sinceramente creo que ese hecho es la clave para entender los fenómenos ocultistas con los cuales somos bombardeados hoy día.
Fija en tu mente de manera indeleble una cosa: lo sobrenatural, lo milagroso, no viene necesariamente de Dios. Cuando ese hecho esté plenamente establecido en tu pensar, resultarás salvaguardado contra más de una decepción.

"Pues son espíritus de demonios, que hacen señales" (Apocalipsis 16: 14).